La pandemia por COVID-19, el impacto de las cuarentenas, las restricciones de las visitas y las encomiendas, fue visto como una oportunidad de negocios para las mujeres del CET cerrado de Iquique, lo cual les permitió reinventarse dada la disminución de los ingresos del CET producto de las bajas ventas de sus pasteles y otras preparaciones, ya que su mayor comprador eran las visitas de las usuarias.
Las cajas para los familiares, tanto los que cumplen condena en Iquique como para las personas en el medio libre, se convierten en la forma de estar presentes, cuando las restricciones sanitarias no lo permiten.
La idea de las “cajitas felices” nace de la experiencia previa que obtuvieron todas las veces que se realizaban las visitas conyugales en la Unidad de Alto Hospicio, pues las mujeres les compraban diferentes preparaciones para compartir con sus parejas, quienes se encuentran recluidos en dicha Unidad Penal. A raíz de esto, decidieron ofrecer el servicio de encargo y entrega de preparaciones gastronómicas, pero incluyendo a toda la población penal.
La primera versión de las “cajitas felices”, que encargaban las internas del CCP de Iquique para sus familiares recluidos en Alto Hospicio, incluyó preparaciones dulces, pizzas, empanadas, masas, un plato único para el almuerzo y una torta para 8 personas, por un valor que oscilaba entre los $20.000 y $25.000. Dado el éxito de esta experiencia, los familiares externos de los privados de libertad que cumplen condena en Alto Hospicio, empezaron a acercarse al CET de Iquique para pedir que también a sus familiares les llevaran estas cajas de alimentos, dando paso a la “cajita feliz” mensual.
Para darle un carácter especial a la segunda etapa del negocio, trabajaron en una programación mensual por temporada y en base a temáticas comerciales, tales como: día del padre, invernal, día del niño, fiestas patrias, halloween, aniversario institucional, navidad y temporada de verano. La Jefa del CET, Teniente Cinthia Jamett, señala que “para la población en general, saber que se entregan las cajitas felices, ayuda a disminuir la ansiedad por el vínculo familiar”.
El proyecto se retomó en una tercera etapa para el día del padre 2021, agregando la posibilidad de incorporar un pijama confeccionado también en el CET, resultando en todo un éxito, pues se superaron las 400 cajas entregadas.
Dentro de los impactos positivos asociados a esta iniciativa, se encuentra la valorización del trabajo que realizan las internas del CET de Iquique, lo cual también se refleja en bonos para la población que ha participado en el proceso productivo. En los futuros proyectos que tienen, se encuentra la apertura de una sala de ventas a la comunidad, por lo tanto la iniciativa de las “cajitas felices” les ha servido como una vitrina para dar a conocer sus productos.
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